Existe la falsa asunción, por parte de ciertos sectores todavía reacios a dar el salto a la digitalización, de que la adopción de cloud, el trabajo con infraestructuras híbridas y las tecnologías vinculadas a este nuevo entorno son o bien directamente caras, o bien falsamente económicas: precios accesibles que se descontrolan cuando se les suman añadidos a las herramientas de trabajo o se necesita mayor consumo. Con bucear un poco entre la oferta actual especializada en TI se comprueba que esto no es así. 

Los nuevos modelos de pago por uso ayudan a las empresas que quieran embarcarse en la transformación digital a adaptar la solución a sus necesidades, ajustando el gasto en la medida de lo posible y manteniendo un control mucho más definido sobre la parte financiera del proceso de digitalización. Es una de las ventajas de ciertos servicios de TI híbrida, que hacen bandera de su flexibilidad en todos los aspectos, no solo en el de gestión. 

“Los negocios están presionando a (los equipos) TI a suministrar todo lo que quieren y necesitan, como analítica en tiempo real, aplicaciones avanzadas, escalabilidad ágil, y tan rápidamente como sea posible”, explica Ana Pinczuk, vicepresidenta en HPE y máxima responsable de la solución HPE Pointnext. “Pueden conseguirlo con cloud, pero no pueden permitirse renunciar al control que tienen con TI on-premise. Así que el equilibrio perfecto es un modelo basado en consumo, as-a-service, que acelere el valor de negocio, libere capital y simplifique las operaciones diarias on-premise”.

Dentro de las propuestas de pago por uso, HPE GreenLake se promociona como un nuevo enfoque a la hora del consumo de TI, integrando los servicios de hardware, software y soporte de HPE en este modelo de pago por consumo. Esto facilita, además, el acceso a determinadas herramientas tecnológicas a las que, de otro modo, muchas empresas no podrían llegar fácilmente, y que serán claves para el desarrollo de negocio en los próximos años.