La cultura TI orientada a datos ya está aquí

Las empresas incrementan su interés en formar equipos propios en analítica e inteligencia de negocio.

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La digitalización lleva parejos distintos beneficios. Frecuentemente se cita el ahorro que supone no tener que mantener una infraestructura física, o disminuírla, la automatización de un gran número de tareas de gestión o la simplificación de otras. Pero el proceso de transformación digital genera un valor añadido más allá de, por así decirlo, volver la vida más fácil al equipo encargado de la TI de una empresa. Más cuando se suman herramientas como la inteligencia artificial o el IoT.

Todos estos beneficios favorecen que las compañías, hoy en día, tengan mucha más información a su disposición, que la recaben de forma más rápida y eficiente. Esto genera cantidades ingentes de datos que, para que se conviertan en un elemento diferencial para el negocio, deben de ser analizados y procesados. Ante esto, en los últimos años se ha visto un auge de la demanda de científicos de datos. Según un informe de 2017 de la red social para profesionales LinkedIn, realizado en Estados Unidos en base a los datos de su plataforma, el de data scientist es el segundo empleo emergente ya no solo entre los tecnológicos, sino de toda la fuerza laboral. 

Sin embargo, no todas las empresas pueden o deciden optar por contratar a un profesional de este tipo. La consultora Gartner ha detectado un cambio en la tendencia, según la cual la digitalización ha favorecido un entorno en el que se alienta el desarrollo de capacidades propias dentro de los equipos de trabajo, en detrimento de los científicos de datos. De hecho, según sus datos, para 2019, la producción de analítica generada a través de estos equipos autodidactas superarán la de los profesionales del estudio de datos: es el paso a la cultura corporativa orientada a datos, en la que los usuarios interiorizan el empleo de herramientas de analítica y de inteligencia de negocio en los procesos. 

Este proceso se ve favorecido por las compañías que proveen de servicios TI a los negocios, que están incorporando herramientas como la inteligencia artificial a sus soluciones. HPE, por ejemplo, ha facilitado recientemente la integración de deep learning en la gestión empresarial, gracias a una serie de servicios integrados de hardware y software que se completa con mecanismos formativos, para ayudar a que las empresas conozcan y empleen estas herramientas.

No se trata, sin embargo, de un proceso sencillo, sino que las empresas deben tomarse la implantación de equipos autodidactas para analítica e inteligencia de negocio como una serie de cambios graduales, implantando una estrategia que les permita adaptarse. La consultora recomienda a las compañías que no pierdan de vista los objetivos de la organización y que se vayan fijando éxitos computables. Destaca, además, la necesidad de que se involucren equipos TI y usuarios, para conocer necesidades de primera mano. Por último, ven necesario adoptar un enfoque flexible y adaptable sobre el gobierno de datos.



El dato, activo clave en la estrategia empresarial

Las tecnologías asociadas al dato, como analítica o ‘big data’, ofrecen grandes posibilidades en el contexto de la transformación digital de las organizaciones, por lo que contar con los mecanismos para protegerlo y extraer sus beneficios es esencial.

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