Una digitalización exitosa pasa por la adopción estratégica de nuevas tecnologías

Las compañías que adoptan un modelo híbrido mediante un desarrollo planificado tienen mejores posibilidades de aprovechar todos los beneficios.

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La relativa novedad del proceso de transformación digital hace que se abra un amplio debate sobre qué funciona y qué no, qué buenas prácticas pueden imponerse y cuáles desechar. Esta condición de reciente hace que sea difícil aportar caminos marcados y recomendaciones absolutas, ya que se trata de un proceso con una importante carga de evolución, en el que se ven novedades cada mes, y en el que se pueden encontrar importantes particularidades, dependiendo de cada empresa o sector

La experiencia de las empresas que ya están realizando con éxito el proceso de transformación digital permite, sin embargo, entresacar algunas condiciones que parecen transversales a la tipología de las mismas. Por ejemplo, en los últimos tiempos se ha apuntado a la necesidad de que el paso al nuevo ecosistema tecnológico lleve parejo un cambio en la mentalidad de la plantilla de trabajo, que deben comandar tanto desde los equipos de TI como desde otras áreas de dirección. 

Este aspecto está muy vinculado a otro que apunta la consultora Forrester: la necesidad de una estrategia de planificación a la hora de realizar el proceso de transformación digital. En una encuesta realizada para HPE entre más de 560 líderes de TI de 13 países distintos, entre ellos España, Forrester apunta a una mejor respuesta a la transformación de su TI entre las compañías que adoptaban un enfoque planeado hacia la infraestructura híbrida, un tercio del total, que aquellas que llegaron hasta este modelo por accidente. De hecho, en las que la evolución se produce por estos últimos casos, la consultora apunta que se puede producir una “inhibición de los esfuerzos de transformación digital”. Entre los efectos que detectan, desde no conseguir aprovechar por completo los beneficios hasta ver sus planes por completo fuera de su control. 

La encuesta apunta hacia la composable infraestructure como uno de los elementos positivos dentro de la gestión de TI, con su adopción como parte complementaria de la automatización, que permite actualizaciones continuadas. La composable infraestructure o infraestructura como código que “virtualiza toda la infraestructura TI: trata los dispositivos informáticos, de almacenamiento y de red como servicios y gestiona toda la TI a través de una sola aplicación”, según se explica desde HPE. 

Desde Forrester se realiza una serie de recomendaciones a las empresas para la gestión del proceso de digitalización, además de la combinación de infraestructura composable con herramientas de automatización. En relación a estas últimas, abogan por racionalizar las herramientas de automatización y las habilidades, de tal forma que no se formen “islas” o grupos independientes en la organización utilizando distintas herramientas para los mismos propósitos. Además, se enfatiza la necesidad de formar a la plantilla acerca de las nuevas tecnologías, especialmente esta infraestructura como código, una propuesta muy en la línea de involucrar a toda la fuerza de trabajo en la transformación digital.

Por ultimo, Forrester apunta los beneficios de fusionar como equipos integrados de producto las partes de trabajo en arquitectura, desarrollo y operaciones, incluyendo también seguridad y negocio, abandonando una estructura de silos que se está quedando obsoleta. Este nuevo modelo propone un modelo que potencia el producto individual a través de sinergias entre distintos equipos, con un foco importante en estas relaciones transversales en la empresa. 



El dato, activo clave en la estrategia empresarial

Las tecnologías asociadas al dato, como analítica o ‘big data’, ofrecen grandes posibilidades en el contexto de la transformación digital de las organizaciones, por lo que contar con los mecanismos para protegerlo y extraer sus beneficios es esencial.

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